El tiempo en que vivimos está caracterizado por dos poderosos procesos: un proceso de desintegración y otro de integración.
El proceso de desintegración es demasiado obvio. Ejemplos de ello llenan los noticieros y las conversaciones a nuestro alrededor: delincuencia, violencia, corrupción, desintegración familiar, abuso del alcohol y las drogas, destrucción del medio ambiente, y mucho más.
Sin embargo, a pesar de tantas noticias negativas, hay muchas señales que muestran que estamos moviendo hacia un mundo más unido y justo. Los avances en la comunicación han hecho que todo el mundo sea nuestra vecindad. En las últimas décadas en numerosos países sistemas democráticos de gobierno han reemplazado a sistemas totalitarios. Cada año surge mayor número de organizaciones de la sociedad civil que abogan a favor de los derechos humanos, la equidad de género, el medio ambiente, la eliminación del hambre y muchas otras causas nobles. Números crecientes de personas están buscando cómo vivir con mayor espiritualidad.
Hace unos 150 años, Bahá’u’lláh, el Profeta-Fundador de la Fe Bahá’í declaró: “Pronto el orden actual será enrollado y uno nuevo desplegado en su lugar.”
Esto es lo que estamos atestiguando a nuestro alrededor.
La solución a los problemas del mundo no se halla en luchar contra cada uno de los males que surge, sino en establecer un nuevo orden mundial, fundamentado en el desarrollo espiritual de cada persona y en estructuras y sistemas sociales que fomentan la justicia, la unidad y la paz.
La Comunidad Mundial Bahá’í, que se encuentra en todos los países y territorios del mundo, tiene una visión amplia y clara de las características de esta nueva civilización y de lo que cada persona puede hacer para aportar a su establecimiento.
A la vez que laboren a nivel de base, dando clases de educación moral a los niños, canalizando sanamente la energía e idealismo de los adolescentes y capacitando a jóvenes y adultos para realizar actos de servicio que aportan a la construcción de una nueva civilización, los bahá’ís participen en foros y conferencias nacionales e internacionales, influyendo en la visión y ampliando el discurso de otras organizaciones que están trabajando para un mundo mejor
Sea que te sientes desanimado ante tanto problemas en el mundo con dudas de lo que podrás hacer al respecto, o que estás bien involucrado en alguna organización que aporte para mejorar un problema en particular, conocer más de las enseñanzas bahá’ís puede darte aliento y encaminar tus esfuerzos para que sean aun más eficaces.
© Juanita de Hernández. Derechos Reservados
"Juanita de Hernández escribe libros, fascículos y artículos relacionados con educación, desarrollo y vida familiar que son claros, prácticos y fáciles de entender.
El proceso de desintegración es demasiado obvio. Ejemplos de ello llenan los noticieros y las conversaciones a nuestro alrededor: delincuencia, violencia, corrupción, desintegración familiar, abuso del alcohol y las drogas, destrucción del medio ambiente, y mucho más.
Sin embargo, a pesar de tantas noticias negativas, hay muchas señales que muestran que estamos moviendo hacia un mundo más unido y justo. Los avances en la comunicación han hecho que todo el mundo sea nuestra vecindad. En las últimas décadas en numerosos países sistemas democráticos de gobierno han reemplazado a sistemas totalitarios. Cada año surge mayor número de organizaciones de la sociedad civil que abogan a favor de los derechos humanos, la equidad de género, el medio ambiente, la eliminación del hambre y muchas otras causas nobles. Números crecientes de personas están buscando cómo vivir con mayor espiritualidad.
Hace unos 150 años, Bahá’u’lláh, el Profeta-Fundador de la Fe Bahá’í declaró: “Pronto el orden actual será enrollado y uno nuevo desplegado en su lugar.”
Esto es lo que estamos atestiguando a nuestro alrededor.
La solución a los problemas del mundo no se halla en luchar contra cada uno de los males que surge, sino en establecer un nuevo orden mundial, fundamentado en el desarrollo espiritual de cada persona y en estructuras y sistemas sociales que fomentan la justicia, la unidad y la paz.
La Comunidad Mundial Bahá’í, que se encuentra en todos los países y territorios del mundo, tiene una visión amplia y clara de las características de esta nueva civilización y de lo que cada persona puede hacer para aportar a su establecimiento.
A la vez que laboren a nivel de base, dando clases de educación moral a los niños, canalizando sanamente la energía e idealismo de los adolescentes y capacitando a jóvenes y adultos para realizar actos de servicio que aportan a la construcción de una nueva civilización, los bahá’ís participen en foros y conferencias nacionales e internacionales, influyendo en la visión y ampliando el discurso de otras organizaciones que están trabajando para un mundo mejor
Sea que te sientes desanimado ante tanto problemas en el mundo con dudas de lo que podrás hacer al respecto, o que estás bien involucrado en alguna organización que aporte para mejorar un problema en particular, conocer más de las enseñanzas bahá’ís puede darte aliento y encaminar tus esfuerzos para que sean aun más eficaces.
© Juanita de Hernández. Derechos Reservados
"Juanita de Hernández escribe libros, fascículos y artículos relacionados con educación, desarrollo y vida familiar que son claros, prácticos y fáciles de entender.