domingo, 26 de mayo de 2013

TAMBORADA PARA DAVID DELY




Abril 27 de 2013- Teatro Amira de la Rosa- 4:00PM   / escrito el  jueves, 28 de marzo/  Leonor Dely

Ustedes se preguntarán: Cómo un muchacho tan joven, tan talentoso, se muere a los 36 años. Qué pasó?  Mi tristeza es infinita , he llorado en miles de momentos, cuando miro sus fotos, leo sus cartas, porque me va a hacer falta, porque ya no lo veré, porque recuerdo toda su vida, sin embargo lloré mucho más, desde sus seis meses de nacido; era un niño condenado a muerte desde el comienzo.  
David hizo una carrera contra el tiempo…                 
   
CARDIOPATIA, TIPO TRONCO ARTERIOSO, diagnóstico que confundió a más de un cardiólogo, muchos médicos, paramédicos, estudiantes de medicina, no  habían entendido ni descubierto lo que realmente tenía; los síntomas no coincidían con ninguna cardiopatía, los  síntomas más comunes eran retardo mental y retardo motor. Yo solo le pedía Dios que su vida fuera enriquecedora, que todo fuera normal, nunca lo criamos como si fuera un niño enfermo; A medida que pasaba el tiempo su genialidad, su creatividad en artes visuales, pintura, dibujo, teatro y más… descrestaban a más de uno, más adelante los instrumentos de viento, la percusión y su visión global de la música.
Es ahora que entiendo mejor, que desde siempre supo que su vida sería corta, que no había tiempo que perder y que era importante y necesario, aprovechar cada oportunidad,  supo aprovechar su talento y el talento de los que le rodeaban, sacar lo mejor de cada uno; Shangó, su alma gemela, su confidente, su apoyo; su padre y madre ejemplos claros de tenacidad, con quienes tuvo las mejores vivencias, de aprendizaje,  antes de lanzarse a  realizar sus proyectos a miles de millas de ellos, con la seguridad de conseguirlo. Estaba lleno de sueños, completamente consciente del paso del tiempo, con la suficiente fortaleza… una vida intensa, incansable, tuvo la suerte de tener una mujer guerrera que lo acompañó desde el principio, le dio dos talentosos hijos que amaba profundamente
En los últimos años su  cuerpo era de un hombre mayor, su espíritu siempre juvenil, con una facilidad de crear, hacer cosas y transmitirlo en el menor tiempo. Muchos no lo entendieron, dijo más con música, con  poesía, con sus proyectos raizales,  que con palabras cotidianas. Su cuerpo estaba muy cansado, su espíritu, siempre elevado y dispuesto a entregar todo aunque  no le quedara tiempo  ni  para dormir ni para  descansar lo suficiente.